Cuándo empieza una campaña electoral
Las campañas electorales son duras. Bonitas y emocionantes, sí, pero duras. Sobre todo, porque las campañas comienzan mucho antes de la tradicional «pegada de carteles».
Varios meses antes, las maquinarias de los partidos se ponen en marcha, y tanto los candidatos como los colaboradores llegan a la campaña oficial cansados y agotados. Si a eso le sumamos la presión de las encuestas, las redes sociales, y los nervios propios del día a día, a veces es complicado mantener la motivación tanto entre los colaboradores como entre los miembros del equipo de campaña.
Para conseguirlo, aquí tienes algunas pautas para tener motivado a tu equipo de campaña.
- Crea un ambiente de confianza e ilusión tanto en la militancia como en los miembros del equipo de campaña. Eso se consigue conformando y construyendo un equipo consolidado y cohesionado durante meses o incluso años.
- Crea una estrategia y una metodología. Señala qué funciones tiene cada miembro de tu equipo para que no haya malentendidos y que todos sepan qué responsabilidades tienen y qué se espera de ellos.
- Marca objetivos alcanzables y realistas. Es importante generar ilusión con el proyecto si queremos que las personas se impliquen. Pero también es necesario que podamos alcanzar dichos objetivos. Si no son realistas, podemos conseguir que la gente pierda el interés por el proyecto, o que caiga en el desánimo si ven que no se cumplen.
- Evita la improvisación. Una campaña electoral es un plan que está vivo y, en ocasiones, la actualidad política nos llevará a tomar decisiones más espontáneas que planificadas. Pero es importante mantener la estrategia diseñada o argumentar los cambios para evitar la frustración de los miembros del equipo, esto a su vez, evitará también la presión y los nervios ante los riesgos que supone improvisar o dejar las cosas para el último momento.
- Confía en la persona que coordinará campaña. Tu jefe o jefa de campaña es tu brazo derecho, y la responsable directa de mantener la motivación de tus colabores. Por eso, dedícate a difundir el programa de tu candidatura y deja los asuntos más técnicos a la coordinación de campaña. Si le quitas autoridad, le desmotivarás, y eso también puede tener consecuencias en el resto de miembros del equipo.
- Agradece y facilita el trabajo. De nada sirve gritar o perder los nervios con discusiones o broncas. Si quieres tener un equipo fiel y motivado, es importante que les ofrezcas escucha y atención. Agradéceles su trabajo, hazles sentir útiles y respalda y reconoce su trabajo.
- Dota a tu equipo de las herramientas adecuadas. Si los profesionales y colaboradores que trabajan en tu candidatura no tienen las herramientas adecuadas para hacer su trabajo, probablemente al final y por mucho esfuerzo que pongan en ello, cundirá el desánimo y la desmotivación. Asegúrate de ofrecer los recursos necesarios para las responsabilidades o actividades que les encomiendes.
- Haz piña. Aunque surjan problemas, a pesar de las adversidades y de los momentos de tensión, es imprescindible mostrar una imagen cohesionada del grupo de trabajo. Si hay presiones por parte de alguna instancia del partido por acciones puestas en marcha por miembros de tu equipo siguiendo tus direcctrices y la estrategia marcada, defiéndelos. Ese apoyo a nivel partido es básico para motivar y evitar deserciones.
- Lanza mensajes positivos. En una campaña, el estrés y los nervios terminan haciendo mella con las personas que más confianza tienes. Es más fácil que no decaigan en tan ardua tarea si refuerzas la labor de los miembros de tu equipo lanzando mensajes positivos para motivarlos y que sigan dando el 100% en el en su desempeño.
Son muchas las cuestiones a tener en cuenta durante los meses previos a una campaña. El equipo humano es de las más importantes.