Liderazgo político 1.0
El creíble, el auténtico, el real, sin postines ni máscaras, el que verdaderamente conecta con las personas.
El barómetro de noviembre del Centro de Investigaciones Sociológicas de España, mostraba en los resultados de su última encuesta que, en relación a la crisis catalana, los líderes de unos partidos mejoraban ostensiblemente en el ranking frente a otros líderes que sufrían bajadas respecto a la encuesta realizada hace unos meses.
¿Qué posición ocupas como líder político dentro del contexto en el que te mueves?
¿De qué manera influyes y también retroalimentas la valoración que tienen de ti tus votantes y el resto de ciudadanos?
Seguro que la primera palabra que te viene a la mente es… LIDERAZGO.
Exacto, dicen que los mejores líderes tienen mentes brillantes, corazones apasionados, una actitud entusiasta de su misión y una fuerte conexión con los demás.
Y, lo que considero más importante en un líder político: intención y deseo de querer mejorar las cosas.
Así le llamo yo, LIDERAZGO 1.0
El creíble, el auténtico, el real, sin postines ni máscaras, el que verdaderamente conecta con las personas.
Nos hemos alejado de lo importante y eso nos separa de la conexión, es como si construyéramos un muro invisible que nos aleja de poder llegar a la gente.
Si tienes responsabilidades políticas, debes mostrar tu liderazgo en diferentes escenarios y ante diferentes espectadores, pero nunca perdiendo o dejando a un lado tu verdadera personalidad, tus fortalezas, aquello que te hace diferente de los otros.
Es importante la adaptación para conservar tu esencia como una pieza clave en momentos de desafío, en los que puede y, de hecho suele tener lugar, un distanciamiento entre la opinión pública y tu actuación política.
La soledad y la solidez del líder, conociéndote a ti mismo, a fondo, apalancándote en tus fortalezas y dirigiendo cada una de tus acciones a conseguir el resultado: credibilidad, honestidad, empatía con el ciudadano preocupado, convicción, coherencia en tus decisiones.
“La mejor victoria es vencer sin combatir, y esa es la distinción entre el hombre prudente y el ignorante”.
Esta frase del libro de estrategia “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu tiene más de 2000 años y sigue de actualidad.
Me quedo con esa reflexión… ¿Crees que en política se puede vencer sin combatir?
Yo creo que sí, desde tu autenticidad, desde la Política 1.0