Despido el 2017 con dulzura y mucho agradecimiento.
Este año ha sido muy importante para mí, he hecho algunos cambios que han significado una ruptura con mi etapa de política activa durante 18 años. Sin embargo, tras mucho tiempo de cavilaciones y de tener a mi mente dando tumbos intentando razonar cuál era la mejor decisión, llegué a mi destino.
Sentí que había llegado el momento de cerrar esa puerta para que otras pudieran abrirse. A veces la vida requiere contundencia y no permite medias tintas.
Ahora entiendo que necesitaba todo ese tiempo para aprender lo imprescindible para llegar hasta aquí.
Así miro con ilusión el 2018, planificando con mimo lo que me gustaría que ocurriera por un lado, y dejando un amplio margen a la incertidumbre para que la vida me sorprenda.
En enero comienzo nuevos programas de coaching y mentoring político. Emocionada de poder seguir la política como generadora de cambios, aunque ahora sea «desde el otro lado».