Qué nos puede traer el cambio de liderazgo en EEUU
Una victoria importante
En esta ocasión, las encuestas han acertado. Y aunque Donald Trump ha mantenido el tipo en un importante porcentaje de estados norteamericanos, pese a su gestión de la crisis sanitaria provocada por la pandemia y a las innumerables polémicas que han provocado a lo largo de su mandato, el demócrata Joe Biden ha conseguido arrebatarle la presidencia al conseguir 306 votos electorales y el 51,4% de las papeletas (frente a los 232 votos electorales de Trump, y el 46,9% del voto popular).
Una victoria importante, pero no aplastante, que muestra a un país dividido, y que imposibilitará cambios relevantes a nivel interno especialmente, teniendo en cuenta que la mayoría en el Senado sigue de momento en manos de los republicanos (los demócratas tendrían que que ganar la segunda vuelta de las dos elecciones al Senado por el estado de Georgia, que se celebrarán el próximo 5 de enero, y lo tienen sumamente complicado).
Nombramiento de Joe Biden como nuevo presidente de los Estados Unidos
Ahora, camino del nombramiento de Joe Biden como nuevo presidente de los Estados Unidos el próximo 20 de enero, muchos en el mundo se preguntan qué nos puede traer el cambio de liderazgo en Estados Unidos. Un cambio que provocará que la todavía primera potencia mundial vuelva a la senda del camino multilateral, aunque sin duda, nada volverá a ser como antes.
Qué cambios podremos ver en los próximos meses
Los posibles cambios que veremos en Estados Unidos comandado por Biden no se verán a corto plazo. Pero sin duda, lo que sí que veremos desde un primer momento es un cambio en el estilo de comunicación y de tomar decisiones. Frente a la incontinencia verbal y la política errática a golpe de tweet con las que Trump ha sacudido tanto la política estadounidense como la mundial, con Biden tendremos más moderación y más estabilidad que la que hemos visto en su predecesor.
Porque de entrada, además de un estilo personal mucho más centrado, el nuevo gobierno de Estados Unidos respetará los valores fundamentales sobre los que se asienta la democracia de este país, valores despreciados de forma sistemática por Donald Trump.
Pero al margen de la forma de comunicar, lo que sí que está claro es que Estados Unidos volverá a intentar recuperar protagonismo en organizaciones mundiales como la Organización Mundial de Comercio superando el bloqueo de Trump a estas instituciones, aunque según los expertos, desarrollando políticas económicas más integradas a nivel internacional, será bastante complicado que Biden ponga fin a las guerras comerciales iniciadas por el anterior presidente republicano. A fin de cuentas, lo que está en juego es el mantenimiento de Estados Unidos como primera potencia económica mundial, o mejor dicho, el intento de prolongar esa situación el mayor tiempo posible antes de que otras potencias emergentes le arrebaten esa posición. De hecho, la política comercial y económica hacia China es muy complicado que cambie.
Biden también podría volver a instituciones como la Organización Mundial de la Salud, o regresar a los acuerdos de París sobre cambio climático, devolviendo a Estados Unidos al compromiso internacional por la sostenibilidad (Estados Unidos abandonó de forma oficial los acuerdos de París el pasado 4 de noviembre, un día después de las elecciones ganadas por Biden). De hecho, se ve como muy probable la vuelta de la primera potencia mundial al multilateralismo, sobre todo en temas estratégicos que requieren de acuerdos internacionales, como el propio medio ambiente, pero también con la pandemia, la proliferación nuclear, o las crisis humanitarias que salpican el planeta. Seguramente, veremos un reforzamiento de la OTAN para intentar poner freno al expansionismo ruso (aunque seguirá pidiendo a Europa que aumente su presupuesto en Defensa), y, estrechará de nuevo lazos con sus tradicionales aliados europeos, aunque podrían seguir las tensiones a nivel económico y comercial porque Estados Unidos quieren mejorar su balanza comercial. Pero nada que ver con la tensiones que han existido durante el mandato de Trump, un presidente que ha llegado a afirmar que la Unión Europea ”es peor que China” en materia de comercio.
Algunos retos que afrontar
Biden y su gobierno quieren mejorar su relación con aliados como Australia, Japón, Vietnam o Corea del Sur, para intentar limitar el predominio chino en la región.
A nivel interno, Biden también tiene varios retos que afrontar.
El primero, la lucha contra el Covid-19. Una lucha tanto a nivel sanitario como económico que seguramente definirá su presidencia y que marcará distancia con las políticas desarrolladas por su antecesor en la Casa Blanca.
Su segundo reto será reunificar al país y acabar con la polarización política y racial. Algo que tiene muy complicado, teniendo en cuenta el gran apoyo electoral de Trump, y el éxito que las teorías conspiracionistas que hablan de fraude electoral entre los seguidores del mandatario republicano.
Además, Biden también ha prometido una reforma fiscal encaminada a poner fin al problema de la desigualdad (aunque también lo tiene difícil, ya que necesita de la colaboración de las dos cámaras estadounidenses), y también se prevén cambios en las leyes migratorias, una fuente de polémica constante de su predecesor, y que seguramente será una prioridad para Biden si no quiere desencantar al cada vez más influyente voto latino.
Estaremos muy atentos a los acontecimientos que se desarrollen a partir del 20 de enero de 2021.
Muy buen post Andrea, coincido con tu mirada de lo que nos traera EEUU con Biden en el salon oval.
Gustavo Woltmann
Gracias Gustavo, a ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
En un mundo ahora mega VUCA, necesitamos que se generen entornos de estabilidad en la política para crear condiciones óptimas en lo sanitario, lo social y lo económico.
Recibe un cordial saludo.
Hola Ana, gracias por compartir tus apreciaciones. Sin duda que el liderazgo de Biden en los E.E.U.U. le dará un giro a la política internacional hacia la moderación, y retorno a la diplomacia en mi país Venezuela, que esta sufriendo por efectos ocasionados por las sanciones de tipo financieras decretadas desde el 2015 por Obama y continuadas por Trump. Sin negar por supuesto la responsabilidad de nuestro gobierno en el mal manejo de la relaciones internacionales. Un abrazo
Hola Elizabeth,
Una palabra clave en este proceso de cambio es: ESPERANZA. Creo que es uno de los activos intangibles que Biden aportó en su campaña.
Ahora toca ir cumpliendo esas expectativas, y no solo para su país, sino como muy bien dices, porque la política internacional también está mirando para ver qué decisiones toma.
Muchas gracias por tu comentario y recibe un fuerte abrazo desde España.
Buenos días Ana: realmente el inicio de una nueva administración en los EEUU va a ser como el fin de una pesadilla para quienes no estábamos de acuerdo con un comportamiento tan grosero de parte de un Presidente. Independientemente de que la Administración Trump haya tenido aciertos y errores, su estilo era agotador y chocante en numerosas ocasiones. En unos tres meses empezaremos a sentir el cambio, al menos eso espero. Saludos.
Buenos días Humberto,
Sí, seguro que ya se pueden vislumbrar cambios, uno de los más evidentes, la campaña de vacunación contra el Covid.
Un cordial saludo y muchas gracias por tu participación.
muchos latinoamericanos tenemos fe en Joe Biden, pensamos que seria un gobierno favorable para nuestro pais
Gracias por tu comentario Paulo. Tendremos confianza en los nuevos tiempos que traerá ese cambio de liderazgo.
Un cordial saludo desde España.